Llevo toda la semana pensando qué escribir, y no se me ocurre nada importante.
Ante la tragedia que sufrimos, ¿cómo voy a hablar de educación? ¿Qué importancia tiene eso ahora? No me refiero a que no tenga público lector, eso me da igual. Escribir este blog es una especie de diario, reflexión, una vía de escape. Escribo más para mí que para otros. Para ordenar mis ideas, recordar mis objetivos en la vida. Pero ahora soy incapaz de pensar en la vida, en el sentido de la vida. Solo puedo pensar en la muerte.
La muerte a destiempo es lo peor que puede pasar. Ley de vida sería morirse viejo, y lo ideal, tranquilamente en la cama, rodeado de tus seres queridos. Las catástrofes o los accidentes no deberían existir. Ni hablar de los crímenes y la violencia, por desgracia tan abundantes.
Sobre esta tragedia ya se está diciendo bastante, no puedo añadir otra cosa que una pena tremenda. Escribo mis reflexiones y las borro porque me parecen inútiles. Hay momentos en los que el silencio dice mucho más que las palabras.
Descansen en paz.

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