Y que vuelva a llover. La virgen de la cueva se ha dejado el grifo abierto, a ver quién le dice que lo cierre.

Los pajaritos ya no cantan, o no se les oye, con el ruido de fondo de la lluvia interminable. Y mira que es bonito y relajante ese sonido, pero ¿tanto? ¿tanto? ¿taaaaantooooooo? Que pare ya, ¡por favooooooooor! Esto no hay quien lo aguante, de verdad. Pronto nos van a declarar zona marítima. Igual, si se inunda Portugal, conseguiremos el sueño de todo pacense: tener playa. jajajaja

Me río por no llorar, que ya hay bastante agua por aquí. Se quitan las ganas hasta de beber, le estoy cogiendo manía al agua. Qué exagerá. No, no. De verdad. Esto ya parece un país monzónico. Estamos tardando en plantar arroz. Nos forramos. En fin. Si por lo menos hiciera calorcito, podríamos pasar por un país tropical. Aunque no sé que es peor, si esta lluvia pre-primaveral, o la humedad caliente y los mosquitos. El caso es quejarse por to. jajajaja Nunca llueve a gusto de todos. ¡Pero ya todos coincidimos: que deje de lloveeeeeer! Por favor.

Bueno, cambiando de tema. Se acerca la maravillosa primavera. Ya están avisando «cuidado con las alergias este año, que con tanta lluvia, habrá muchas flores». ¿En serio? ¿Todavía hay quien se cree eso? Que haya flores, claro que habrá, cuanto más llueva, más. Pero que eso aumente las alergias… venga ya. ¿Qué le dijo el alergólogo a mi madre cuando me llevaron porque tenía alergia a las flores? Que me llevara todos los días al campo, que yo solita y poco a poco, me inmunizaría. No lo pudieron hacer entonces, pero ya me he encargado yo de vivir en el campo. Y tan feliz. Alergia, a la ciudad contaminada. Pero ¿al campo? No, no. Bueno, a la lluvia interminable, sí. Pero algún día cesará, no va a ser eterna. Eso espero.

Y mientras tanto, aquí seguimos luchando por algunas familias que deciden libremente educar a sus peques en casa. Unas lo consiguen rápido, cada vez más rápido, pero otras no tienen tanta suerte. En estos cinco años que llevamos en el asunto, hemos visto de todo. Directores e inspectores educativos que no escuchan, como el que oye llover 😀 Servicios sociales que desconocen la opción y la miran con recelo, abogados que abandonan la defensa de alguna madre al oír lo de escuela en casa… La ignorancia es peligrosa, o al menos, hace perder mucho tiempo.

Pero en estos cinco años, hemos conseguido muchos logros, algunos eran difíciles y los hemos ganado. En general, ya cuesta menos que lo entiendan. Empezando por los colegios, los servicios sociales, fiscalía, inspección, todos admiten ya lo inevitable. Se preocupan por la educación de los menores, claro, pero confían en otros profesionales que trabajamos fuera de sus centros oficiales. Acompañamos a las familias, educamos en exclusividad, adaptamos, comprendemos, no hacemos nada malo, nada ilegal, todo lo contrario. Ayudamos a quienes lo necesitan. Este tipo de escuelas o maestras, crece. Porque este tipo de familias, lo demanda.

Ya sea porque esta opción les parece la mejor, o porque están pasando un mal momento en sus vidas, si así están más tranquilas, servirá para que los menores encuentren la calma necesaria para aprender de manera significativa. Si se soluciona el problema, quizás vuelvan a la escuela presencial. Muchos vuelven, con otro ánimo, con otra experiencia, con más fuerza. Algunos no, pues prefieren seguir al margen de las exigencias sociales, y se buscarán la vida de otra manera, o accederán a algún título superior más adelante. Sin prisa. La vida suele ser larga. Los jóvenes de hoy no encuentran trabajo al terminar una carrera, uno o dos másteres, una oposición, un viaje para reforzar el inglés, algo de experiencia de voluntario o monitor o trabajando en algo barato… Todo eso es bueno, es experiencia de vida. A veces incluso encuentran su vocación en algo que no estudiaron. Más vale tarde que nunca.

Y nuestros peques agileros en casa, tiempo tendrán de pensar lo que quieren ser. Dedicamos tiempo a imaginarlo, pero sin prisa, sin presión. Que aprendan un poco de todo, que todo les va a servir para algo.

Un día hablé de las matemáticas para la vida, y manifesté mis dudas sobre algunas cuestiones que me hicieron aprender y me sirvieron de poco o nada. Lo mismo pasará con todas las materias, a casi nadie de mis compañeras de clase les habrá servido de mucho aprender a dibujar. A mí, sí, claro. Pero esa visión artística, esa memoria visual, ese gusto por el equilibrio, la estética, la perfección, quizás sí les sirvió de algo en la vida. Y a mí me sirvió ese pensamiento matemático, preciso, esa búsqueda de la razón, de las incógnitas, esas ganas de solucionar problemas. De eso se trata.

Bueno, que me enrollo. Que llueve sobre mojado. jajaja A ver si me sale algún refrán acuoso para terminar. Mmmmmmm. Que la lluvia os acompañe. No, era la fuerza. Pueeeees… Mejor pongo una de mis canciones ochenteras preferidas, de Eurythmics: https://www.youtube.com/watch?v=TzFnYcIqj6I

¡Y a mal tiempo, buena cara! Otra canción, más actual, mi querida Zaz: https://www.youtube.com/watch?v=SJusbv35joo&t=2s


Descubre más desde AGILA. ESPACIO DE INNOVACIÓN DIDÁCTICA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Published by

Categories:

Deja un comentario