Y los libros de artista

Hace poco organizamos un congreso en la facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Extremadura, sobre educación artística. Me recordó esos años en los que asistí a muchos congresos, hice muchas visitas docentes por universidades de Europa, y estaba al tanto de las experiencias innovadoras que se hacían aquí y allá. La crisis sanitaria de 2020 me impidió cumplir mi sueño de volver al sur de Francia, Marsella y la Provenza, esta vez como profesora universitaria. Una pena, dejé de viajar y de interesarme por los congresos. Me centré en la educación libre, en casa, a distancia… Lo de la distancia lo impusieron las normas del momento, aunque después se demostrara que fueron innecesarias, y por ende, inconstitucionales. Un mal menor el mío, en comparación con las desgracias que ocurrieron.

Pues este congreso me ha recordado esos tiempos felices. Aunque no por eso me apetece volver a viajar, la verdad. En cada etapa, lo suyo. En aquellos momentos yo creía inocentemente que servirían para algo, que cambiaríamos el mundo. jajaja Dicen que la educación es el arma más poderosa para hacerlo (¿lo dijo Nelson Mandela?), y por supuesto, la educación artística, mucho más potente. Seguramente sea cierto, porque cada nueva ley de educación la recorta más y más, y eso debe de ser porque les damos miedo.

Está claro que los gobernantes no quieren un pueblo creativo y artístico, que se cuestione las cosas que pasan, que elijan alternativas, que observen el mundo y quieran mejorarlo. Los gobernantes quieren un pueblo sumiso, crédulo, sin cambios arriesgados no vayan a perder las costumbres. La educación en general ayuda a las personas a ser libres, a pensar de manera independiente, autosuficiente, muchas cosas peligrosas para los que quieren dominarnos. Y si encima educamos a las nuevas generaciones para que sean creadores de su propia experiencia, lo mismo les da por inventar un sistema social nuevo y echa a todos los dictadores. Ojalá. Pero ¿por qué no lo hemos hecho ya, con la de artistas que ha habido, hay, y habrá? Gran incógnita.

Pues ahí están los congresos sobre educación artística, haciéndonos creer que son la solución a estos problemas. Qué va. Si solo sirven para mirarnos el ombligo. Si nadie se entera de lo que hablamos, solo nosotros. Los científicos no van a nuestros congresos, ni los matemáticos, ni los ingenieros, solo los docentes-artistas. Después nos llaman para redactar las nuevas leyes y planes educativos y tal, pero por cumplir, porque tenemos que estar ahí, pero cada vez en menor proporción. Cada experto de cada área redacta su parte y se va, nadie se entera de lo que escriben los artistas-docentes. Y mira que la LOMLOE propone las conexiones entre áreas y competencias, pero ¿quién lo hace de verdad en los centros educativos? Solo nos llaman para decorar los escenarios en las fiestas de los coles, día de la madre, etc. Eso no es crear un currículo conjunto. Eso no es colaborativo. Eso es considerarnos el adorno, la guinda del pastel. Hablo en general, claro. Habrá de todo.

Pues sí, esa sensación acabé teniendo durante aquellos años de congresos y viajes. Que si no invitábamos al resto de docentes de las otras áreas, no servirían de mucho nuestras innovaciones. A lo mejor es que soy demasiado pesimista, no sé.

Y en relación con los «libros de artista», que lo he puesto como subtítulo, ha sido mi propuesta en este congreso de la UEx. Realizados por mi alumnado del Grado de Educación Infantil, tercer curso, en la asignatura de Expresión Artística para la Educación Infantil, como resumen de los trabajos del curso. Les ha gustado bastante, ha sido una forma de plasmar las clases en un objeto realmente artístico, personalizado, original. Pero claro, los docentes de idiomas, ciencias, filosofía, etc, no lo han visto y no lo pueden aplicar en sus clases. Si es que les gustara, claro. Como nosotros tampoco conocemos sus ideas innovadoras para sus clases, que quizás servirían para las nuestras.

La profesora más dinámica y divertida que he tenido jamás, fue una teacher británica, en Oxford, un verano que fui allí a mejorar mi inglés. Era un curso de inglés para profes de inglés, pero me aceptaron porque a veces en la universidad tenemos alumnado extranjero. Un ejercicio tras otro para enseñar inglés de manera que pareciera fácil. Algunos ejercicios los aplico en mis clases de arte, sirven para todo. A eso me refiero cuando propongo que nos juntemos toooooodos los docentes posibles en equipos interdisciplinares de trabajo. Para innovar en la educación, todos los puntos de vista son necesarios. Como en el cubismo. jeje Hay mucho arte en la educación.

Y mientras escribo esto, dos países se atacan a muerte, y el resto del mundo asiste como espectadores alucinados. Y nuestro gobierno se esconde ante la corrupción de sus miembros. Menudo fin de semana nos espera. Habrá que ser creativos y empezar ya a diseñar un nuevo sistema, porque éste… ya le llegó la hora del cambio. ¡Agilando!

Imagen: interior de uno de los libros de artista más originales de mi alumnado.


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